Entrevista de Claudia Palacios
@Claudiapcnn
Agencia EFE
Ahora que no tiene compromisos con el Concurso Nacional de la Belleza, la vallecaucana Lucía Aldana aceptó esta entrevista que le había pedido cuando un día después de pasar desapercibida en Miss Universo acusó a los organizadores de ese reinado de llevar a cabo prácticas no transparentes. Por sus palabras, me parece que puede tener razón, pero que además no se había preparado para entender que había mejores candidatas que ella. Y claro, yo que soy enemiga de los reinados de belleza, encuentro en su experiencia una razón más para encontrarlos no solo incoherentes sino contraproducentes para el rol que la mujer ha alcanzado en el mundo.
Claudia Palacios: ¿Qué has hecho después de regresar de Miss Universo?
Lucía Aldana: ¡Qué no he hecho! He vacacionado con mi familia, con mi novio; he estado en mi casa; también más dedicada al ejercicio; he comido cómo no te imaginas; me he dado los gustos que no me di en todo el año; estoy replanteando volver a la universidad… Estoy muy contenta de volver otra vez a la vida a la vida normal.
Claudia Palacios: ¿O sea que te quitaste como una nevera de encima?
Lucía Aldana: No, para nada. Es una época que ya pasó. Tuvo lágrimas, alegrías infinitas, orgullo. Mi vida era una línea recta, y el reinado la levantó como una montaña grandísima.
Claudia Palacios: Después de las críticas que le hiciste al reinado y mirando en retrospectiva lo que fue, ¿sigues pensando que a la Señorita Colombia no la preparan para qué sea Miss Universo?
Lucía Aldana: Yo nunca hice ningún tipo de crítica. Simplemente me preguntaron, y yo dije que el Concurso Nacional de la Belleza tiene un objetivo diferente, más social y de construir país, pero que Miss Universo es diferente.
Claudia Palacios: Y dime la verdad, ¿te regañó Raimundo por decir eso?
Lucía Alana: Para nada. Raimundo Angulo es un hombre muy sabio, tiene mucha experiencia en esto, comprende muchas cosas. Al contrario, Rai me ofreció su apoyo incondicional. Él dice que para nosotras es un papa. Él no es el gruñón que la gente piensa, es una persona de mente abierta.
Claudia Palacios: Según eso, uno pensaría que después de tus declaraciones, él debió haberte preguntado cómo puede el concurso ayudar a la siguiente reina para que le vaya mejor en Miss Universo y debió haber reconocido errores en tu preparación…
Lucía Aldana: Él no me reconoció nada de lo que tú dices. Él siempre ha defendido sus principios y además conoce los medios que fueron muy amarillistas por lo que dije.
Claudia Palacios: Pero tú dijiste que Donald Trump, como magnate que es, sabía por qué ponía las 16 finalistas según sus inversiones en los países que esas niñas representan…
Lucía Aldana: Lo que dije lo dije, y ya quedo ahí. Que la gente lo entienda de acuerdo con su cultura. No quiero seguir hablando de esto. Yo no quiero fama. Eso ya murió.
C.P.: Entonces, ¿te retractas de lo que dijiste? ¿Estás arrepentida? ¿No era tan cierto?
L.A.: No, para nada. No quiero ni retractarme ni reconfirmar; para mí no ocurrió nada.
C.P.: Pero tú dijiste que los países que clasifican son aquellos donde Donald Trump tiene negocios. No me estoy inventando eso. ¿Tienes alguna prueba?
L.A.: Mira, la que fue a Miss Universo fui yo; hablé no por una persona herida, sino por todos los colombianos. No hay nada más horrible que tú estés representando a tu país y que todo el mundo esté con las esperanzas puestas en ti y que tú hayas dado absolutamente todo y que no hayas entendido ni siquiera cómo entraste o cómo no entraste. No solamente es Colombia, son muchos otros países que no se tuvieron en cuenta para muchos eventos en Miss Universo, incluso a la hora de ensayar no éramos tenidas en cuenta. No sé cómo fue el año pasado ni cómo será el próximo.
C.P.: Después de tus declaraciones, la Miss Universo, la venezolana, dijo que en su país el reinado también tiene un enfoque social, con fundaciones y obras de caridad, y allá pueden hacer las dos cosas: lo social y un muy buen papel en Miss Universo…
L.A.: Si te metes a la página de Miss Venezuela, ves que también hacen muchas obras, pero allá la escogen para ir a miss universo. Acá es todo un año de misión social. Son dos objetivos diferentes.
C.P.: ¿Tú has practicado deportes de competencia?
L.A.: Nunca ha sido con el propósito de competir; todo lo que he hecho lo he hecho recreativamente.
C.P.: ¿Te consideras competitiva?
L.A.: No. Uno es competitivo en la medida en que uno sabe cuáles son sus capacidades y sus fortalezas. Soy una mujer que no necesita demostrarle nada a nadie.
C.P.: ¿No será que tú no tenías la personalidad adecuada para participar en una competencia que es tan dura como el concurso de Miss universo?
L.A.: En lo absoluto. Yo amo mi personalidad. Desde que soy reina no he renunciado a ser yo misma. Si no pasé por entre las 16, fue por la voluntad de Dios, que yo respeto y acato.
C.P.: De 1 a 10, siendo 1 terrible y 10 excelente, ¿cómo calificas tu experiencia como Señorita Colombia?
L.A.: No la podría calificar, ¡porque cómo califica uno todos los días un estado de ánimo distinto! Tuve una experiencia maravillosa así me haya levantado llorando un día y así me haya levantado como la mujer más feliz del mundo al otro día.
C.P.: Si tuvieras la oportunidad de representar nuevamente al Departamento del Valle y a Colombia, ¿lo volverías a hacer?
L.A.: Lo haría con todo el amor del mundo.
C.P: ¿Y ahora qué viene para ti?
L.A.: Mi especialidad es la comunicación en las organizaciones, y me gusta mucho la comunicación en pro del desarrollo social, las relaciones públicas, el mercadeo, las estrategias publicitarias. Me faltan cuatro materias, que voy a empezar a hacer en enero. Me encantaría trabajar en una entidad del Estado, tengo vocación de servirle a la gente.
C.P.: Tú no hablas como reina, y leí que no querías serlo antes de que te nombraran en el Valle. Si no querías ser reina, ¿por qué terminaste siéndolo?
L.A.: Se me presentó la oportunidad, y desde el día que fui señorita Valle quise ser señorita Colombia. Dios sabe por qué. No te imaginas todas las niñas de 14 y 15 años que se sienten absolutamente feas, y cuando yo les hablo vieras cómo reaccionan. Les digo que la belleza no está en un estereotipo sino en que uno se quiera, se respete y se valore; en que tú quieras ser alguien para Dios y no para los demás.
C.P.: ¿Tú crees que los reinados de belleza son buenos para la mujer y para su rol en el mundo?
L.A.: Sí, claro que sí.
C.P.: ¿Por qué?
L.A.: Mira, en el caso de señorita Colombia, el concurso da muchos valores: con mucha nobleza ayudamos al prójimo.
C.P: Pero se pueden hacer obras sociales sin necesidad de salir en una pasarela en vestido de baño, sin someterse a críticas por si se tiene celulitis o si se hizo cirugías, y sin comercializar y banalizar a la mujer…
L.A.: Claro que sí, pero lo bonito es que los reinados que se enfocan en lo social construyen país. Por qué no puede ser la mujer más linda de Colombia la que recoge dinero para estas obras, ¡si por ser la más linda y por su carisma todo el mundo va a estar pendiente de esa obra! Además, yo ya hacía obras sociales antes de ser reina.