En un año en donde la población bonaverense ha sido víctima de la mayor ola de violencia más grande de los últimos años, más de 50 personas han muerto de forma violenta. Bartolo Valencia, alcalde de Buenaventura habla de la situación de inseguridad, los grupos ilegales, el reclutamiento a jóvenes de la comunidad, las casas de pique, el desplazamiento tanto interno como externo, los proyectos de la ciudad y las acusaciones que se hacen en su contra.
¿Desde hace cuánto y a qué obedece esta situación de inseguridad de Buenaventura?
Hay presencia de dos bandas criminales en Buenaventura: La Empresa y Los Urabeños; los cuales, se disputan el territorio para tener el control de todo lo que se mueve ilegal, causando que hayan picos de violencia en algunas comunas. Hace dos meses que se presenta este choque entre estas dos bandas. Lógicamente hay alteración de orden público, desplazamientos y muertes violentas que son conocidas en el país.
¿Si se habla de dos grupos ilegales, cuál es el rostro de esos cabecillas?
Casi todas los cabecillas visibles se han capturado pero entiendo que hay uno que no. El compromiso que aún queda es capturarlos a todos y buscar las reivindicaciones sociales para ver si se logra recuperar a esos niños y adolescentes que aún quedan por esos lados.
¿Quienes quedan de esos cabecillas?
Aunque es un tema de fuerza pública y son ellos los competentes, siempre se ha dicho que falta Orejitas el jefe de La Empresa.
¿Pero esos cabecillas según la comunidad serían mandos medios porque habría mandos altos que controlan el tema del narcotráfico?
La organización delincuencial Los Urabeños opera a nivel nacional. En estos territorios disponen mandos medios y son los que tienen la hegemonía. Entonces están las cabezas que ya se han capturado, pero surgen nuevos cabecillas y apenas cogen una cabeza tratan de surgir otras. Ese es el temor de la comunidad y lo que queremos es que se extingan esas bandas que le hacen mucho daño a Buenaventura.
¿Si se conoce con nombre propio los barrios donde están operando estos grupos, que es la zona de Bajamar, la pregunta que se hace uno desde afuera del puerto es por qué no intervienen o allanan esas casas?
Tenemos que reconocer que lo han hecho y hay constancia y pruebas. Pero son casas de palafitos, lugares muy difíciles y los delincuentes conocen con claridad cómo moverse, por eso allá siempre está la fuerza pública.
¿Cómo ha impactado eso en el comercio local y en el comercio grande?
La verdad es que el pico de violencia reciente ha preocupado mucho a la comunidad. La extorsión a todos los comerciantes hace surjan protestas de la sociedad civil, que piden el fin de la violencia, la extorsión y el boleteo. Sin embargo, hoy vemos un mayor control de la ciudad por parte de la fuerza pública, no podemos decir que se vive en un paraíso pero ya no es constante. Los delincuentes sienten la presencia de la fuerza pública y el Estado y tienen que buscar sus escondites. Realmente ha mejorado, es un proceso que ya iniciamos.
Luego de la visita del presidente y el ministro esta semana volvieron a aparecer tres personas enterradas a las afueras de la isla.
Es muy triste lo que pasó y aspiramos a que pronto Buenaventura vuelva a su tranquilidad. Hago un gran llamado a todos los sectores sociales de Buenaventura y a todo el país para trabajar en una gran alianza por la recuperación del puerto, sin desconocer que hay grupos al margen de la ley pero que gracias a Dios ya se están controlando.
Se habla mucho del desplazamiento en Buenaventura, ¿se tiene algunas cifras de estoy lo que está pasando con esas familias?
Buenaventura es el territorio más receptor del Valle del Cauca y de Colombia en el tema de desplazamiento, porque es la ciudad cosmopolita del anden del pacifico. Vienen desplazados de Nariño, Cauca y Chocó, pero también es expulsor, porque de aquí salen para otras ciudades. Se deben construir mejores condiciones para que la violencia cese en sus territorios, para que se puedan sostener allá y si llegan a Buenaventura pues también hay que trabajar en unas mejores condiciones para poder atenderlos mejor. Hay más de 2 mil desplazados internos, algo novedoso. Igual, hay un comité de victimas que asume esa competencia asociado con todas las instituciones del Estado.
Se conoce de un reclutamiento masivo de menores que hubo el año pasado…
Oficialmente no tenemos reclutamiento masivo, si ocurrió el reclutamiento, no fue masivo.
¿Tiene cifras de las victimas mortales en los últimos meses?
La cifra exacta la da Medicina Legal, pero acá se habla de 50 y pico de victimas de muertes violentas. Además, ha habido como 4 personas descuartizadas lo que hace la situación más grave.
¿Las casas de pique existen?
En el recorrido que hizo la Fiscalía y fuerza publica, encontraron cuatro casas desocupadas. De allí salió la presunción de que ahí se cometían esos delitos, pero no se ha demostrado científicamente, por esto ordenamos derribarlas porque no pueden estar ahí.
Pero, si se presumía ¿no se adelantó ninguna investigación para comprobar si efectivamente se estaban dando esos móviles?
Eso es un tema que lo hará medicina legal y la Fiscalía, nosotros no podemos decir que hay casas de pique.
Hablamos con una madre cabeza de hogar de vive en la zona de Bajamar y manifiesta que cuando vino el Ministro de Defensa el señor alcalde expresó: “recomienda que las mamás de los hijos asesinos los tengan amarrados en las casas para que después no vayan a estarlos llorando”. ¿Eso fue cierto?
Jamás, nunca me expreso de esa manera, lo que estoy demandando es que debemos construir un nuevo modelo educativo, que nosotros los padres de familia tenemos que hacer control de nuestros hijos, tenemos que volverlos a educar, porque hoy el conocimiento avanza pero no la educación. Si nosotros preparamos a los niños para el trabajo, entonces tranquilamente salen a vender tinto, a cargar canasta, hoy ese trabajo es prohibido. En mi época lo hicimos, pero entonces los padres tienen que estar controlando a sus hijos para que vayan a clases y no dejarlos que caminen por el facilismos porque eso le hace daño a la comunidad y a la familia.
Finalmente alcalde una pregunta que espero no le moleste -todas las respondo-, conocimos un panfleto firmado por la empresa, donde lo señalan a usted. Dicen que el alcalde está involucrado en la llegada de uno de los grupos. ¿Conoce esos panfletos?
Claro que los conozco y lo conoce toda Buenaventura. Pero el alcalde de hoy, Bartolo Valencia, fue elegido popularmente por más de 43 mil votos y no me debo a ningún grupo delincuencial; por eso los ataco y les echo la fuerza pública ya que le han hecho daño a Buenaventura históricamente. La mayoría de mis funcionarios están amenazados y son portavoz de llamadas que los intimidan para que hablen con el alcalde para acceder a pretensiones. El jefe mío es el Dios de la vida; yo sé que en Buenaventura, en su historia reciente, los alcaldes pertenecían a algún jefe y eran títeres de alguien, pero yo no lo hago. Por eso hay muchos enemigos del alcalde; pero yo no contesto número.