El narrador Javier Fernández fue otro de los grandes ganadores del mundial, se vino con su propia “copa”, y de regreso se ha encontrado con el cariño de miles de colombianos que le agradecen haberles multiplicado la pasión por el fútbol, el amor y la fe en Colombia. En esta charla revela que ese reconocimiento es un capital que quiere cosechar en política, pronto y como titular.
C.P. ¿Javier, cuál es el balance del mundial?
J.F. Estoy muy contento porque se lograron los objetivos tanto para la empresa como para mí. Quedé muy sorprendido ahora que llegué porque desde que me baje del avión la gente me felicita, porque uno allá no se da cuenta de los momentos de felicidad de las personas, y es muy atisfactorio saber que fue uno quien les llevó esa alegría.
C.P. Javier, ¿Cómo fue lo del premio al cántico al mejor gol de la HBS?
J.F. Es un pequeño reconocimiento que hacen fruto de la unión de varios canales. Salí de primero en el ranking, lo cual es muy bueno para mí. Los mundiales son como una elección, aquí los que trabajamos en esto, si nos va bien quedamos eligidos para cuatro años más.
C.P. ¿Y cuatro años en Colombia o hay ofertas en el exterior?
J.F. No. Me han hecho sugerencias algunas personas cercanas sobre proyectos en los que ellos están, incluso para presentar, no sólo narrar, pero hasta ahora no hay nada concreto.
C.P. Me imagino que eso días extra que se quedó fue comprando zapatos…
J.F. (Risas) Sí, la verdad es que a mí los zapatos me encantan. Claro que esta vez solamente compré dos pares.
C.P. Cada vez que viaja llega con zapatos nuevos….
J.F. Sí, yo debo tener unos 48 pares de zapatos aproximadamente. Para mí es importante que un hombre esté bien vestido y lo está cuando tiene buenos zapatos y un buen reloj. Así soy yo. Eso me hace sentir bien.
C.P. Y ese gusto de viene desde la infancia en Florida?
J.F. No mucho. Ese gusto lo asumí porque a mi esposa también le encantan los zapatos.
C.P. Ahora que menciona a su esposa recuerdo que alguna vez me dijo que se habían casado luego de un noviazgo muy largo, por qué esperaron tanto?
J.F. Nosotros nos habíamos casado por lo civil hace 17 años y nos casamos el 25 de diciembre del año pasado por la iglesia ya que pensamos que hacía falta la bendición de Dios, y además era justo. Ahora sí me jodí del todo.
C.P. ¿Por qué después de tantos años casados por lo civil?
J.F. La historia es la siguiente. Nosotros tenemos un grupo de oración en la casa. Somos unas 22 personas más o menos. Regularmente los días martes hacemos el rosario de la virgen. A veces nos acompaña un sacerdote o una persona que hace sus primeros votos para serlo. Yo creo mucho en Dios. Un día nos sentamos juntos con mi esposa y pensamos que siendo tan creyentes no nos habíamos casado por la iglesia, lo cual no tenía sentido. Ahí tomamos la decisión de casarnos. Hicimos una comida, una ceremonia y le entregué el anillo como si apenas nos conociéramos o estuviéramos de novios apenas.
C.P. Eso se debe sentir como si volviera a comenzar el matrimonio…
J.F. Sabes que sí. Es un nuevo aire que entra a la relación, en la casa, en los niños. Ellos lo querían. No solo mis hijos pequeños, quienes tienen 16 y 8 años, sino los que están ya grandes. Aparte de eso voy a ser abuelo ahora en octubre y nuevamente en diciembre pues mis hijas mayores tienen seis y cuatro meses de embarazo.
C.P. ¿Para llegar a donde ha llegado siempre ha acompañado sus proyectos con la fe?
J.F. Sí. Recuerdo que cuando yo tenía 7 años frente a mi casa había un garaje muy grande de una familia de apellido Izquierdo. Yo era muy amigo del hijo de ellos y jugábamos futbol allí. Sin embargo, muchas veces yo les decía que jugaran porque yo les iba a narrar el partido. En esa época estaban muy de moda Pastor Londoño y Armando Moncada. Ellos eran los ídolos del momento y uno los tenía en la cabeza para imitarlos. Luego, mucho tiempo después tuve la fortuna de trabajar con Armando por ocho años. Antes de dedicarme a narrar futbol tuve que comentar primero para meterme de lleno en ese mundo. Fui comentarista unos 11 años y luego di el paso a narrar. .
C.P. Yo pensaba que era más difícil llegar a ser comentarista que llegar a ser narrador. ¿Por qué esperó tantos años para hacer lo que realmente quería?
J.F. Esta es una carrera que requiere la aceptación de la gente. Para eso se requiere tiempo. Es más complicado ser narrador porque cuando el partido está en juego la gente quiere escuchar al narrador y si tiene un comentarista acompañando el partido es mucho mejor. El comentarista es igual de importante solo que tiene espacios más amplios para demostrar capacidad y calidad. Tiene por ejemplo programas en la semana para estar en sus propios espacios deportivos, mientras que el relator tiene 90 minutos para convencer. Este país desafortunadamente se polariza por cualquier cosa, cualquier frase, entonces se podría perder lo ganado en muy poco tiempo. Por ende se requiere esperar y llegar a tener una madurez para aceptar el reconocimiento de la gente de la manera que se dé.
C.P. ¿Cuánto pesó su narración, su estilo, para que Caracol barriera a RCN a pesar de que transmitieron los mismos partidos?
J.F. Yo creo, sin jactarme de ello, que tiene mucho que ver. El equipo es fundamental por lo cual el aporte de Javier, quien es un hombre dedicado y un excelente trabajador, quien planificó la estrategia para tener una gran audiencia, aunque la verdad no esperamos tener tanto. Se nos desbordó. Pero en general sí creo que mi aporte fue importante porque si la gente no me hubiera aceptado de seguro los partidos no habrían marcado el rating que tuvieron. Esto no solo pasó este mundial sino el anterior también. En la Copa Confederaciones registramos el triple y en algunos partidos cuatro veces más. Por tanto sí hay una aceptación y nosotros tenemos una gran relevancia en ello. Creo que sí puse mi granito de arena.
C.P. Hablando de la ‘barrida’ al adversario allí está una persona que fue compañero y jefe suyo un buen tiempo, Carlos Antonio Vélez, quien suscitó una gran polémica por las críticas y excepticismo a la selección. ¿Qué piensa de lo que él dijo?
J.F. Con Carlos Antonio iniciamos el proyecto que hoy se llama Futbol Manía en 1999. Yo conozco a Carlos y considero que a él le gusta ser un hombre polémico y eso tiene un valor. Cada uno tiene su manera de ver las cosas y lo respeto muchísimo. Seguramente no estaré de acuerdo con algunas o muchas de las cosas que dice pero son conceptos. El escogió ese camino, el mismo que escogió Iván Mejía, polémicos por decir algunas cosas. Ese es su estilo y es respetable.
C.P. Javier, entre ser futbolista, narrador o comentar, o empresario incluso, ya que usted estuvo entre los directivos del América, ¿Cuál le parece mejor?
J.F. Yo me quedo con mi trabajo alrededor del futbol. Yo estuve en la Junta Directiva del América por colaborarle a la institución cuando se requería que estuvieran personas con una imagen interesante para que las personas vieran que el club quería cambiar. En ese momento me llamaron para darle un mensaje positivo a la institución, a la hinchada, y desde luego les dije que sí. Cuando vi que se movían cosas diferentes y distintas dentro de un equipo decidí no jugar en ello y me fui. Yo me quedo definitivamente con la narración. Algún día quisiera prestarle un servicio a la ciudad o al departamento diferente, no sé si político pero sin duda hay que estar en la política para poderlo hacer.
C.P. ¿Cómo secretario de deportes o en qué entidad?
J.F. No necesariamente. Podría ser desde la Alcaldía o la Gobernación.
C.P. Eso no lo sabía. Explíquemelo un poco más.
J.F. Yo tengo vena política. Mi tío fue Representante a la Cámara por muchos años y mi papá fue presidente del Concejo en Florida. Ambos dirigentes políticos por muchos años. Tengo un primo también, Jaime, que fue Secretario de Gobierno de Cali y Concejal. A mí eso me gusta pero lo que sucede es que me gusta la buena política por ello no me considero político tradicional porque los tradicionales no hacen buena política. Me parece que hay que darle un pequeño cambio al tema y eso me llama la atención.
C.P. ¿Para ejercer en Florida o en Cali?
J.F. Podría ser en el departamento, y también pero me llama la atención la Alcaldía de Cali más adelante.
C.P. ¿Cómo se está preparando para eso , ahora que tiene el reconocimiento que le brinda ya una ventaja enorme?
J.F. Cuando ya uno lo piensa y se toma la decisión se requiere prepararse y construir una plataforma de funcionamiento, de credibilidad y conocer cosas de la ciudad o del departamento que uno no conoce. Profundizar en cosas de la parte administrativa.
C.P. No sabía que tenía ese interés. Pensé que tenía más la intención de llegar a ser cantante…
J.F. Eso me gusta y lo hago.
C.P. ¿Esa no podría llegar a ser otra opción en vez de la política?
J.F. El canto es más como un hobbie pero la política lo veo más como un servicio aunque uno lo tiene que pensar muy bien. No está decidido aún. Es más como una intención pero lo pensaré. Me lo han ofrecido varias veces ya, debo decirlo, pero lo pensaré más adelante.
C.P. ¿Se lo han ofrecido para la Alcaldía?
J.F. Me lo han ofrecido para el departamento.
C.P. ¿Hace cuanto?
J.F. Hace unos siete u ocho meses.
C.P. Es decir que puede ser para la próxima elección…
J.F. Eso aún no lo sé pues hay que pensarlo bien.
C.P. Volviendo a lo del ‘Cantante del gol’ cuénteme como nació ese apodo y quien se lo puso…
J.F. Ese apodo me lo puso Jairo Varela. Cuando estuve en los ensayos en 1988 con Niche, aún no estaba narrando sino que apenas lo hacía como un fan. El presidente de Todelar, don Bernardo Tobón, que en paz descanse me dijo que sería el mejor narrador de Colombia y que siguiera su consejo y me hiciera narrador. Yo no quería porque me dediqué a estudiar el futbol, cosas sobre táctica, estrategia y demás. Pensé que perdería el tiempo si me dedicara a hacer otra cosa. Luego cuando tomé la decisión fui a la oficina de Jairo Varela y me dijo: “Tu cantas y lo haces muy bien pero ¿por qué no te lanzas a cantar los goles si tu eres el cantante del gol?”. Desde ese momento me sonó la idea e incluso él me hizo la pista montada sobre el tema de “El Cantante” de Héctor Lavoe para las presentaciones de radio.
C.P. ¿Esa pista la usaba al aire?
J.F. Sí, yo la usaba en RCN, en Colmundo, entre otros. En radio siempre la usé pero en televisión no, ya que nunca dejaron.
C.P. ¿Su mejor canto del gol fue el primer gol de James contra Uruguay en este mundial?
J.F. Sí, para mí ese ha sido el mejor canto del gol. Pero mira que el gol de James frente a Japón, cuando elude al arquero y se la tira por encima, es un señor gol. Esa narración la estuve escuchando varias veces y salió espectacular. Desde luego el de ‘pica barra’ por lo que significó hacerlo en el estadio de Maracaná, hacerlo frente a Uruguay, que era un equipo complicado, el partido era para clasificar a cuartos de final por primera vez en la historia, es muy satisfactorio. Yo le decía a Javier: “Tocayo, yo no sé qué va a pasar conmigo. Si aquí hay otro gol no se qué va a pasar conmigo”.
C.P. ¿Cuando estaba narrando pensaba que sería el canto del gol que lo haría pasar a la historia, o narraba apasionado como un hincha?
J.F. Yo no pensé nunca en eso, sino como colombiano simplemente. Me paré y no sabía qué hacer. Confieso que en un momento pensé en decir: “Esto es Colombia, hijueputa”. Donde lo hubiera hecho seguro me habrían echado. Casi digo una estupidez de esas, la emoción era muy grande.
C.P. ¿Nos robaron el paso a la semifinal?
J.F. Sí, y literalmente nos sacaron a patadas del mundial. Al equipo que mejor jugaba al fútbol en ese momento, que era Colombia.
C.P. En términos generales, viendo que ganó Alemania, Argentina quedó en segundo lugar, lo que pasó con Brasil, ¿Cuál es su diagnóstico?
J.F. A mí me encantó que ganara Alemania porque le demostró al mundo que los torneos también se ganan jugando bien. Veníamos de mirar otros torneos como cuando ganó Italia en 2006 que fue campeón pero no jugó bien al futbol. Eso es un pésimo mensaje para el mundo si se le dice que hay que jugar solamente con base en los resultados. Alemania ganó mostrando un buen despliegue. Se preparó para jugar como los sudamericanos y eso que no son un equipo que históricamente juegue bien al futbol. Algunos sudamericanos como Brasil jugaron como lo hacía Alemania anteriormente. Me encantó que el campeón fuera Alemania y no Argentina porque estos últimos jugaban a pegar, a la fuerza, y no al buen fútbol.
C.P. ¿Por qué le pusiste ‘Miñía’ a Pablo Armero?
J.F. Miñía en Tumaco es como decir aquí en el Valle ‘mompa’ o ‘llavería’, o ‘parcero’ como dicen los antioqueños. Miñía es como el amigo. Cuando él jugaba en el América siempre me saludaba refiriéndose a mí como miñía. Me decía “¡qué más miñía!”. Cuando fue a la selección y nos saludamos yo le devolví el saludo y le puse ‘Minía’. La gente no lo sabe pero él es el hombre más feliz porque Javier le puso ‘miñía’ porque para los tumaqueños eso es lo máximo.
C.P. ¿Y con los otros jugadores hay alguna anécdota especial, con Faryd, con Yepes?
J.F. Yo puedo decir sin temor a equivocarme que tengo la mejor relación con todos y que me quieren mucho. La anécdota la tengo es con Pékerman. El ‘profe’ siempre me dice que cuando le pone los videos a los jugadores nunca les pone audio pero ahora que estuvo trabajando con los videos de Caracol se lo puso para que entiendan por intermedio de mi voz lo que siente un país y él quería que los jugadores vivieran y sintieran eso. Yo le dije: Profe, sencillo. Usted me paga y voy a los entrenamientos y les narro los goles y la charla técnica, pero págueme”. El viejito me quiere mucho. Me dijo que le mandara todos los videos de los goles porque los quería guardar. El aprecio es más con él que con los mismos jugadores ya que él viene de un país donde no se relata de esa manera, por el contrario, estos países están aprendiendo de nosotros eso, como Argentina.
C.P. ¿Cómo hacemos para que los equipos de Colombia sean como esta Selección?
J.F. Eso es un tema de incentivos. Para mí la Dimayor tiene que cambiar el sistema del torneo y obligar a los equipos a que tengan las plantillas sub-16, sub-17 y sub-19, porque esta camada de jugadores de la selección se dio porque en la Dimayor hace unos ocho años cuando estaba Reinaldo Rueda los obligó a que en sus formaciones tuvieran jugadores de estos perfiles. El resultado fue que cuando los llamaron a la Selección ya tenían partidos jugados en categoría profesional. Por eso pudimos finalizar de 3º y 4º en mundiales sub-17 y sub-20. Los jugadores que hoy están triunfando son los mismos que lograron esos resultados bajo la tutela de Eduardo Lara y Reinaldo Rueda.
C.P. ¿Cuántos goles has narrado?
J.F. Esa cuenta sí no la llevo. Recuerdo el primero que fue en un partido del Cali contra Bucaramanga en el Pascual Guerrero. El negro Miguel Oswaldo González, un argentino delantero del Bucaramanga, marcó ese gol.
C.P. ¿Y se sigue preparando igual para narrar entonces que ahora?
J.F. Yo no tomo nada. Lo que hago es descansar la garganta. Hablo poco antes y después de los partidos pues la garganta se resiente cuando tú le exiges. En ocasiones duermo un poco antes de los partidos pero más allá de eso no tengo alguna preparación especial.
C.P. ¿Cree que luego del mundial lo vuelvan a llamar para regresar a trabajar a Bogotá?
J.F. Sí me podría regresar a Bogotá pues soy muy agradecido con la ciudad ya que me trató muy bien y me encanta. Para que eso se dé primero hay que evaluar condiciones económicas y ofertas de trabajo interesantes para regresar. Me gustaría volver a presentar pues hace buen tiempo que no lo hago.
C.P. Y lo agarró el cumpleaños en Brasil, cómo celebró?
J.F. Nada, la celebración es con el reconocimiento, ese día estábamos trabajando.