Por Claudia Palacios
Las últimas semanas han sido difíciles para el general Palomino. Como director general de la Policía ha tenido que ponerle el pecho a capturas de miembros de la institución que en vez de perseguidores del delito eran delincuentes uniformados. El confía en que la ciudadanía entienda que esta autopurga es una señal de confianza para la comunidad. El viernes, en una carta abierta a los colombianos, luego de la captura del intendente de la policía que supuestamente colaboró en el ataque de las Farc contra sus propios compañeros en Isla Gorgona, Palomino dice que “la traición solo merece el repudio colectivo de la sociedad… y que el plan transparencia no tiene marcha atrás.”, pero en esta entrevista también destaca que si hay policías corruptos es porque hay ciudadanos, delincuentes y no delincuentes, que los sobornan.
General Palomino, esta pregunta le va a sonar agresiva pero quiero hacerla en los términos que oigo del ciudadano de a pie, ¿Qué tan podrida está la Policía?
Yo diría que no es mucho lo que tiene de podrido. Lo que sí es que hemos decidido enfrentar la podredumbre de una manera absolutamente frontal haciendo visible a la sociedad toda la dificultad que hay. Así podremos colectivamente, no sólo como Policía, sino como justicia y sociedad, conmovernos de nuestra realidad. Esto sucede en todas las policías del mundo, máxime en una sociedad como la nuestra en la que el delincuente siempre va a tratar de querer el favor del policía. Muchas veces un ciudadano del común, que no es delincuente, trata de seducir a un policía para que le rebaje un comparendo, imagínese lo que puede hacer un delincuente para tratar de ganarse el favor de un policía.
¿Y cuál es el nivel de corrupción de la Policía de Colombia en comparación con las policías de otras partes?
Puedo decirle que es un índice moderado. El índice de personal que resulta vinculado a actos de ineficiencia, indiferencia o de corrupción está por debajo del 0,5%. A nosotros nos referencian muchos países del mundo dada nuestra efectividad en la lucha contra la delincuencia organizada, por ello tenemos convenios de cooperación con 58 países y tenemos alumnos de varias partes del mundo. Para lograr mantener este posicionamiento uso un símil: Un hortalero prepara el mejor terreno y en ese terreno planta la mejor semilla, pero si ese hortalero no está retirando la maleza, ésta crecerá. Uno aspira a que ojalá nadie le ofreciera a un policía una dádiva pero esto es una realidad. La tentación siempre va a existir pero lo importante es no ceder a la misma.
Usted dijo que esa situación de corrupción puede ser en parte un efecto del incremento en el pie de fuerza. ¿Se ha vuelto más laxa la policía con los controles para filtrar a las personas que se vinculan con la institución?
Los mecanismos de selección de personal, lejos de alejarse de sus exigencias, se han ido fortaleciendo. Por cada aspirante aceptado rechazamos entre 6 y 7 personas.
¿Qué tanto pesa el salario que recibe un policía en los distintos niveles para que se deje sobornar o termine siendo partícipe de un delito?
El peso del salario no es válido considerarlo como una razón para la presencia de corrupción. Dentro del conjunto global no estamos tan mal, y de hecho, estamos lejos de ser los peores pagos. El salario que tenemos, bien manejado, es suficiente. Adicionalmente tenemos un régimen de carrera que compensa el arduo oficio que hace el policía. Pero ante todo buscamos incorporar a quienes tengan vocación de servicio. Todos los días vemos héroes y heroínas haciendo grandes cosas más allá de esperar una recompensa. Más del 99.95% tienen una fidelidad a los principios éticos y morales, y a los valores supremos que guían nuestro actuar policial.
Según deduzco de su respuesta, la solución a la corrupción en la policiía no pasa por hacer un incremento salarial a los miembros de la insititución. ¿Cuál es la estrategia entonces, aparte de las capturas de los últimos días como las de Medellín y Cali?
Tenemos condiciones excepcionales, estamos adquiriendo el derecho a la asignación de retiro a los 25 años de servicio, tenemos la posibilidad de obtener vivienda propia de manera temprana, es decir, a los 7 u 8 años de servicio. Tenemos un sistema de salud muy bueno también, la posibilidad de que los hijos de los policías estudien en colegios de la Policía Nacional con un alto nivel académico. Quien se destaque puede ascender del nivel patrullero al ejecutivo, y del ejecutivo al directivo. La inmensa mayoría de los policías no dirán que están satisfechos con el salario pero sí puedo afirmar que nos mantenemos en las líneas del orden legal, moral y ético, es sólo una minoría la que se aparta. Desde hace 55 días aproximadamente estamos enfrentando un paro sectorial de la rama judicial, y a pesar de los señalamientos de impunidad, las cárceles están atestadas. Esto sucede porque hay una Policía que trabaja todos los días. Tenemos una institución que está realizando esfuerzos no solo reactivos sino también preventivos.
Después de la captura del Coronel Mestre, que tenía un importante cargo en la policía antinarcóticos en el puerto de Cartagena, usted declaró que la culpabilidad de él era por omisión, no obstante que se conocían unos audios en los que se oye quien sería él sobornando a quienes custodiaban un cargamento de droga incautado a principios de año en Cartagena, para poderlo sacar del lugar. ¿Por qué dijo que había omisión si lo que había era acción?
Sí es una omisión porque estaba omitiendo el cumplimiento de su deber. Eso penalmente da lugar a sanción ya que se configura delito de prevaricato por omitir el cumplimiento de su deber. Por fortuna, teníamos más uniformados que no estaban omitiendo el cumplimiento de su labor, y que tuvieron el suficiente valor ético y moral para dar aviso. Así nosotros logramos dar captura bajo la figura de testigo encubierto quien evidencia lo que estaba pasando.
Pero lo que se entiende por omisión es dejar de hacer una labor, y lo que vemos en el caso del Coronel Mestre es que no solo dejó de hacer una labor sino que hizo una que es delictiva, sobornar. Vuelvo y le pregunto, por qué usted dice que es omisión?
Debemos responder por acción u omisión. Él omitió el cumplimiento de un deber, lo cual es tan grave como hacerlo.
En este caso es claro que no solo hubo omisión sino también acción ya que él emprendió una iniciativa para cometer el delito…
Que él directamente haya sobornado se conocerá en la profundidad de la investigación. Lo que es claro es que él omitió el cumplimiento de su deber ya que está allí para combatir un fenómeno criminal y delictivo, lo cual no hizo y fue permisivo con ello. Y Pienso que la omisión no debe ser un atenuante de su perversa conducta.
Tiene conocimiento de que algo similar (corrupción en la policía del puerto para traficar droga) esté pasando en el puerto de Buenaventura?
Venimos trabajando en la búsqueda de fisuras en todas partes. En Buenaventura lo que hemos encontrado es que el Coronel Correa ha sido un hombre muy valioso que ha tenido la capacidad de orientar acciones a nivel local y en apoyo del orden nacional para combatir las dos facciones criminales en disputa: la banda delincuencial ‘La Empresa’ y el clan delictivo de ‘Los Usuga’. Superamos hoy 180 capturados de estas bandas y puedo afirmar que hasta el momento no se tiene sospecha alguna sobre nuestros uniformados en esta zona.
¿Cuáles son las ‘vacas gordas’ de la delincuencia vallecaucana?
Hay un señor que está fuera de Colombia, pero se ha capturado, por ejemplo, a los bandidos ‘Martín Bala’ o al ‘negro Orlando’. Hay una serie de bandidos que incluso tienen que estar siendo observados dentro de las cárceles porque somos conscientes de que mientras existan rentas criminales del narcotráfico, tráfico local de estupefacientes y la extorsión, siempre habrá quién pretenda tener la hegemonía. Hace poco se capturó al bandido alias ‘el Oso’, responsable de la muerte colectiva de ocho personas en Jamundí. Si hablamos de Cali, a la fecha se han desarticulado 68 bandas organizadas. Con investigaciones eficientes y profundas se logró dar captura a la banda responsable de la masacre de La Terraza. Por otra parte, se desarticuló una banda responsable de 158 homicidios. Capturamos en promedio una banda delincuencial por semana, pero por cada una seguramente habrá otra o dos que quieran ocupar esos espacios que quedan.
Usted se refiere a que el terreno es fértil para las bandas organizadas, por la extrema pobreza y falta de oportunidades en muchos sectores ¿Será que sí hay manera de combatir el crimen mientras esas condiciones persistan?
Yo añoro que algún día hablemos de la cultura de la legalidad y que no se le haga apología al delito. ¡Por Dios! ¡Cómo que sin tetas no hay paraíso! Sí puede haber paraíso, pero necesitamos que los jóvenes dejen en el olvido la presencia de esos carteles que desafiaron al Estado y envenenaron a la sociedad. Con la penetración de los carteles del narcotráfico uno se pregunta si hay al menos un sector de la sociedad que no haya sido afectado por el dinero del narcotráfico. Nosotros como institución hemos hecho un esfuerzo por ser más transparentes y por superar la amenaza de la corrupción, pero otros sectores no han hecho lo mismo. Hoy es vergonzante ser narcotraficante y ya nadie posa de señor o de dama si es de ese negocio. Todavía nos quedan unas culturas mafiosas pero en algunas regiones el valor y la dignidad se sobreponen frente a cualquier propósito de enriquecimiento ilícito.
Ya que menciona el narcotráfico, qué opina de la posibilidad, planteada por el presidente y por el fiscal, de que éste se vuelva conexo al delito político?
No he podido conocer a profundidad ese planteamiento y si tenga que ver únicamente con las Farc. Yo le respondería con una pregunta que ellos deberán responder al país. ¿Nacen para ser narcotraficantes o han tenido que traficar con narcóticos para poder existir? Seguramente de la sustentación que ellos den a esa respuesta saldrá una posición para evaluar si es conexo el narcotráfico al delito político, o si, por el contrario, el narcotráfico es un delito propio.
La Policía sabe esa respuesta…
La Policía siempre ha combatido el narcotráfico en todas sus manifestaciones. Para nosotros no hay duda que la guerrilla ha hecho un gran aporte al narcotráfico en cualquier fase de la cadena productiva desde el punto mismo de la devastación de nuestra riqueza natural.
Qué opina del fuero penal militar?
La solidaridad de cuerpo no debe existir. La mejor manera de ganarse la confianza es demostrando que las instituciones funcionan, eso es lo que debe hacer la justicia penal militar.
Y a los miembros de las fuerzas que delinquen hay que darles las mismas prevendas que se le vayan a dar a las Farc, o algo diferente?
Si no igual, al menos equivalente. Aquí se han cometido barbaridades de parte y parte.
Con esto de las vendetas entre bandas de microtráfico y las bandas criminales, hay muchos buenos que quedan en la mitad y sienten que la policía no se mete porque si se están matando entre malos no hay problema…
No. Nunca podrá ser una respuesta el decir que se están matando entre malos. Tan frustrante es la muerte de un ciudadano de bien como de la muerte de un bandido. Ese ciudadano de bien al que tenemos que proteger, cuando muere, es porque de alguna forma no fuimos capaces; y cuando muere un bandido es porque igualmente evidenciamos una incapacidad de haberlo conducido de manera oportuna por el camino de bien. Resulta igualmente frustrante cuando a una persona capturada por algún delito aparece muerta a los ocho o quince días. Si no la hubieran dejado en libertad muy seguramente se le habría salvado la vida.
Y cuando la gente dice que ‘ese que era tan malo, mejor que lo mataron’…
No. tampoco se puede llegar a eso. Si el individuo es tan malo se le debe encarcelar y judicializar para luego condenarlo. Si algún día se implementa por delitos atroces la pena de muerte, ésta deberá ser aplicada únicamente por el Estado pero nunca transferirle esa responsabilidad o poder a alguien al margen de la ley.
En enero debe entregar los resultados del ‘Plan de Choque’. Cómo va ese plan, teniendo en cuenta además todo lo que se le ha dado a Cali para reforzar la seguridad?
Con el Plan se han desarticulado bandas delincuenciales asociadas al hurto de celulares, ya que este es el delito que más agobia a los colombianos. Luego está la desarticulación de organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes. Un factor de éxito es la asociación de casos. Efectivamente en Cali hay una recuperación importante de lo que es la revaloración de la vida. Hoy tenemos 474 vidas que se le han descartado a la muerte, representadas en una reducción del 26% en homicidios. No hemos podido lograr un quiebre en el hurto de motos, creemos que porque ha aumentado el número de motos en las calles, aunque esto solo para identificar factores pero jamás para justificar que este delito aumente o persista. Muy seguramente estamos frente a organizaciones transnacionales que trasladan a otros países los elementos robados porque allá los pagan mejor. Aun así, en hurto, lesiones personales y homicidio hemos venido mejorando. En Cali estamos en deuda en mejorar niveles de tolerancia porque infortunadamente tenemos muertes y lesionados por causa de la ausencia de solidaridad, y respeto.
Y eso sí que se nota en fin de año, cuando la gente consume más alcohol y está hasta más tarde en la calle. Cuál es el plan para minimizar los riesgos de delito?
Estamos fortaleciendo la institucionalidad con un cuerpo de policías que hoy están próximos a graduarse y que llegarán a reforzar un preludio seguro de las ferias de Cali. Por su misma tradición la feria hace que no solo llegue gente buena sino que lleguen cosas negativas que quieran hacer su propia fiesta a expensas del sacrificio de los demás.
¿Cuantos policías llegarán a Cali?
Cerca de 500 uniformados.