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«Hace muchos años dejé de llorar a Luis Carlos»: Gloria Pachón de Galán

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Reproducimos la entrevista que le hizo, hace cinco años, la periodista Claudia Palacios para El Pueblo a la viuda de Luis Carlos Galán en el aniversario No. 30 de su asesinato

Gloria Pachón de Galán es una de las viudas más recordadas de Colombia. El asesinato de su esposo apagó, para muchos, la esperanza de un país mejor. 25 años después de ese día fatídico, ella revela que mantiene viva esa esperanza, y trabaja sin descanso en preservar el legado de Luis Carlos Galán.

Por Claudia Palacios

@ClaudiaPCNN

Archivo particular
Archivo particular

Claudia Palacios: ¿25 años por qué deciden conmemorar la fecha del asesinato de su esposo con una foro de lucha contra las drogas? 

Gloria Pachón de Galán: Porque el tema está más vigente que nunca y tuvo total incidencia en la muerte de Luis Carlos. Fue grave en los años 80 y 90, pero el mundo hoy tiene nueva conciencia sobre el tema. Se está haciendo un llamado a la opinión pública para que entienda la gravedad del narcotráfico y sus secuelas, pero principalmente la necesidad de superar el asunto y de contribuir a que Colombia pueda solucionar uno de sus problemas más graves.

C.P. ¿Usted cree que si él estuviera vivo promovería ideas como las de su hijo Juan Manuel respecto al uso medicinal de la marihuana?

G.P. Indudablemente, Luis Carlos era una persona de avanzada y muy liberal, por lo cual era abierto a las discusiones y a la liberalización de muchos temas. Sobre las políticas de drogas seguro él estaría a la cabeza promoviendo discusiones. Su lucha no fue contra las drogas sino contra la mafia y la criminalidad reproducida por el narcotráfico.

C.P. ¿Se pregunta cómo estaría el país si Luis Carlos Galán estuviera vivo?

G.P. Es muy difícil pensar en cómo sería el país con su presencia. Podemos pensar que sería distinto no solo por la influencia de Luis Carlos sino porque este flagelo del narcotráfico habría tenido un tratamiento diferente.

C.P. ¿Qué parte de las ideas de él se materializaron luego de que César Gaviria recogiera sus banderas y de que sus hijos entraran a la política? Además, qué ha faltado por hacer?

G.P. En el fondo las ideas siguen vigentes, lo vemos a diario, hay muchísimo por hacer. La gente no sabe lo fundamental que es su participación en la vida política del país. No necesariamente el rol activo sino la conciencia política, ya que de todos depende la vida, el costo y el progreso del país. Me parece grave la corriente de la antipolítica que perjudica la participación ciudadana.

C.P. ¿En ese sentido Luis Carlos Galán defendería el voto obligatorio?

G.P. No. Es más importante que se fomente y se impulse una conciencia ciudadana sobre la necesidad de la participación.

C.P.  Entiendo que sus hijos han dicho varias veces que Luis Carlos Galán decía que quien más sabía de política en la familia no era él sino usted. ¿Nunca le sonó lanzarse a un cargo de elección popular?

G.P. Nunca, lo que me interesó fue el periodismo, que tiene una responsabilidad política fundamental. Los medios de comunicación la tienen hoy en el propósito de lograr una paz verdadera, ya que el gobierno ha adelantado un proceso con mucha valentía. Pensando en Luis Carlos, hoy día seguro estaría de acuerdo en cómo se está adelantando el proceso de paz.

C.P.  Gloria, con sus conocimientos sobre política, ¿cómo los ha direccionado para apoyar a sus hijos ya que usted es su principal asesora?

G.P. Todo lo puedo resumir en conversaciones que mantenemos. Así lo hacía cuando Luis Carlos vivía.

Gloria Pachon de GalanC.P. ¿Usted quisiera que sus hijos llegaran a ser Presidentes de la República?

G.P. Eso no me inquieta ni me desvela. Lo más importante es que puedan trabajar en lo que sientan como necesario.

C.P.  Si se tratara de calificar el perfil de ellos desde el perfil político de Galán ¿cree usted que tienen el mismo estilo o que han labrado un estilo propio?

G.P. Son completamente diferentes y no se pueden comparar. Cada uno tiene su propia manera de ver las cosas y de trabajar. Me interesa es que trabajen según sus convicciones y que presten un servicio útil al país, desde luego siempre inspirados en las luchas de Luis Carlos.

C.P. ¿Quién es más parecido a esas ideas: Carlos Fernando o Juan Manuel?

G.P. Ni Juan Manuel, ni Claudio, ni Carlos Fernando se pueden comparar con Luis Carlos porque todos tienen maneras diferentes de trabajar y ver las cosas. Aún así todos tienen una esencia de él.

C.P.  ¿Por quién fue su voto en las elecciones, por Carlos Fernando en Cambio Radical o por Juan Manuel en el Partido Liberal?

G.P. Voté pero no puedo decir por cuál de los dos.

C.P.  Eso tuvo que ser una dura decisión…

G.P. Desde luego que lo fue.

C.P.  Deme una pista de cómo hizo para tomarla…

G.P. No puedo porque en ese caso estoy limitada.

C.P. ¿Cómo hicieron ellos para conquistar su voto?

G.P. Me hacían reflexiones.

C.P. Y usted las tuvo en cuenta?

G.P. Las tuve en cuenta y al final no las tuve en cuenta.

C.P.  Hablando de quienes eran cercanos a Luis Carlos Galán y siguieron en política pero cayeron en desgracia, como el caso de Mauricio Guzmán que lo condenaron por su relación con el cartel de Cali, o Santiago Medina con su rol en la campaña de Samper, o Juan Lozano que se volvió de derecha, ¿Cómo ve esas evoluciones de quienes estuvieron cerca a su esposo?

G.P. En algunos casos fue muy sorpresivo pero más que la gente que lo acompañó políticamente lo que más me llama la atención son las manifestaciones de la gente en distintos lugares del país al recordar el legado de Luis Carlos. Hay un sentimiento de cariño y respeto.

C.P. ¿Pero frente a esos personajes que le mencioné, ha tenido oportunidad de hablar con ellos, de cuestionarlos?

G.P. No he tenido oportunidad, no he pensado en ello y menos me interesa. Aparte de las sorpresas que me he llevado no puedo cuestionar y no es fundamental ese aspecto.

C.P.  Refrésqueme la memoria en lo siguiente. ¿Para usted también fue una sorpresa cuando su hijo le entregó las banderas de su esposo a Gaviria, o eso ya estaba hablado?

G.P. Eso no estaba hablado ni pensado. Fue realmente una sorpresa.

C.P. ¿A usted que le pareció?

G.P. Primero me sorprendí y luego tuve incertidumbre por no saber que pasaría después de eso.

C.P. ¿Usted siente que Juan Manuel tomó una buena decisión al entregarle las banderas a Gaviria?

G.P. Yo creo que sí pero el punto es que habría que analizar las circunstancias del momento y ello podría arrojar una explicación. Lo que ocurría era que había sido hacía muy poco que Galán había convenido con Cesar Gaviria los detalles de la campaña para recibir el apoyo de una persona con una carrera brillante y que había contribuido al gobierno del Presidente Barco, además de ser una persona importante del Partido Liberal. Esto en conjunto fue lo que vio Luis Carlos como necesario luego de unirse de nuevo al Partido Liberal; un apoyo importante de parte de la colectividad. Había un sentimiento de que César Gaviria era la persona más importante del liberalismo y estaba apoyando a Luis Carlos.

C.P.  Eso a la luz de las circunstancias y del momento explican la decisión, pero a la luz de la historia ¿cree que fue una buena decisión?

G.P. Sí, fue una buena decisión.

Archivo particular
Archivo particular

C.P.  Decía usted que está de acuerdo en cómo el Presidente Juan Manuel Santos está llevando el proceso de paz. Uno de los requisitos que debemos cumplir los colombianos para llevar ese proceso de paz a buen término es el perdón y la reconciliación. Usted y su familia se enfrentan a ese desafío, desde la postura de ser víctimas. ¿Usted ha perdonado a quienes asesinaron a su esposo?

G.P. Antes de hablar del perdón es necesario saber toda la verdad. Una vez que esto suceda, y se haga reconocimiento, sí se podrá pasar al perdón. La justicia en los últimos años ha sido muy activa para encontrar la verdad en la muerte de Luis Carlos. Estamos nosotros en este proceso.

C.P.  Qué quiere decir cuando dice que están en ese proceso?

G.P. Nosotros no hemos llegado a ese punto del perdón y de la reconciliación. Antes de llegar a ello hemos participado activamente en el proceso de descubrir todo lo relacionado con la muerte de Luis Carlos, lo cual es una verdad muy compleja. Aquí hubo un conjunto  de factores que se enlazaron y por ello falta conocer una buena parte de la verdad.

C.P. ¿Qué me puede decir de Alberto Santofimio, y lo que su Luis Carlos Galán decís de él?

G.P. Esa fue una relación muy difícil políticamente hablando. El país lo conoció suficientemente por las investigaciones que se hicieron. Le puedo decir que según los descubrimientos de las investigaciones la justicia ha avanzado en este caso por la vía correcta.

C.P. ¿Alguna vez su esposo le sugirió que Santofimio podría llegar a atentar contra él?

G.P. Yo pienso que Luis Carlos sí sentía ese peligro. Esos puntos tan álgidos nunca quise conversarlos con Luis Carlos por lo que eventualmente podría llegar a ser una realidad muy terrible.

C.P. ¿Y sobre el General Maza Márquez qué decía Luis Carlos Galán?

G.P. Él era el director del DAS y era quien tenía bajo su responsabilidad organizar la protección de Luis Carlos. Frente a ello queda esperar el dictamen final de la justicia. Estamos confiados pero también debemos ser cautos para respetar lo que se establezca.

C.P. ¿El confiaba en el General o tenía algún tipo de prevención?

G.P. Él tenía que confiar porque a la final este señor era quien tenía a su cargo la responsabilidad de la seguridad de Luis Carlos.

C.P.  Volviendo al tema del perdón, muchas víctimas dicen que eso no es un favor para el victimario sino para que la propia víctima pueda salir adelante y se libere de ese peso. ¿Usted carga todavía ese peso del dolor?

G.P. Lo que sucede con el caso de Luis Carlos es que no es el mismo dolor de cualquier persona. Por los mismos factores involucrados hay que pensar que hay que seguir adelante como un anhelo que tenemos en lo personal y en familia. Además, por el hecho de lograr que lo que hizo Luis Carlos no se pierda. Eso se tiene que reflejar en una mayor cultura política en el país. Ese sería el estímulo como homenaje a la memoria de Luis Carlos.

C.P. ¿En ese sentido, valió la pena el sacrificio de esa vida?

G.P. La muerte de Luis Carlos no valió la pena pero su vida sí. La vida es lo que pensamos que debe destacarse, no la muerte de una persona.

C.P. ¿Hay algo más que quisiera recordarle a la gente o algo nuevo que quisiera que la gente supiera en este nuevo año de conmemoración?

G.P. Lo más importante es que la gente joven que no vivió esa época se interese por conocer esos años y a Luis Carlos. Esa es una historia que tiene que servir para el futuro y por ello pienso que deberían conocerlo de alguna manera. Esta conmemoración es un aporte para que esa historia se conozca.

C.P. ¿Ahora los jóvenes conocen esa historia por novelas como la de Pablo Escobar, que para varias de sus víctimas lo han hecho ver como un héroe y no como el villano que fue. Está de acuerdo con esa manera de dar a conocer la historia? 

G.P. Hablando de la novela del “Patrón del Mal” pienso que fue importantísima, a pesar que mucha gente lo vio como una exaltación a esta persona. Pero allí hubo una gran cantidad de hechos que sí estuvieron muy ceñidos a la realidad y a la historia de aquel momento. Precisamente por ese medio se le contó a los jóvenes que no vivieron esa época lo que sucedió.

C.P.  ¿A qué se dedica usted hoy en día?

G.P. Yo no he dejado de trabajar como periodista, aún cuando no estoy en un trabajo concreto.

C.P. Permítame una pregunta personal, es un curiosidad de mujer. Viendo la diferencia de edades, que usted era mayor que él, y que a uno siempre le advierten que las mujeres maduran más rápido que los hombres, ¿cómo hicieron para que eso no afectara su relación?

G.P. Luis Carlos tenía mucha madurez creo yo, desde niño. Esa para mí es la explicación.

C.P. ¿Alguna vez le preocupó eso?

G.P. No me preocupó porque yo fui poco convencional siempre. Y si usted tiene en cuenta que Luis Carlos, como lo dicen quienes lo conocieron, tenía una madurez impresionante, no fue razón de preocupación.

C.P. ¿Todavía lo extraña?

G.P. Sí, claro. Muchísimo.

C.P. ¿En qué sentido de la vida cotidiana?

G.P. No poder estar hablando con él de lo que sucede en el país, o de lo que hacen mis hijos. Preguntarle por muchas cosas de lo que no tengo mayor certeza sobre lo que él opinaría. Pero le puedo decir que espiritualmente nos seguimos entendiendo.

C.P. ¿Todavía lo llora?

G.P. No. Eso un desperdicio. Quiero verlo más bien de manera positiva y satisfactoria.

C.P. ¿Hace cuánto llegó a esa conclusión y dejó de llorarlo?

G.P. No lo pude llorar al comienzo. Sólo después de mucho tiempo pude hacerlo. Me parecía mejor verlo desde el punto de vista positivo por la importancia que le dejó a la gente.


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